Hoy os queremos proponer un sitio muy especial que se define como “bocadillos do país e galería ultramarina”, Etel&Pan. Localizado en Fisterra, se ha convertido en lugar de referencia para encargar el picnic si vas a la playa o hacerte con algunos productos y marcas artesanales, que cuidan el modo de producción: cervezas artesanales, conservas gallegas y portuguesas…
No hay detalle que se escape, siendo un espacio muy pequeño está muy bien aprovechado, que te da para estar una hora mirando todos los detalles. Y no es de extrañar porque de la mano de Etel, está Palmira, que ya la conocemos por su marca Mimadriña y sus diseños originales.
Redecoran el espacio, sin olvidarse de su historia, pues anteriormente había sido una tienda de golosinas, y así mucha gente al acercarse, se acuerda de su infancia junto a las escaleras comiendo chuches. Por eso, hay detalles con reminiscencias de su antiguo local.
Os dejo también la foto de la carta, para que veáis que merece la pena, y sepáis que hay otra manera de comer de bocadillo. Porque, es verdad, que muchas veces, nos da pereza, porque lo relacionamos con comer mal. Pero es que no sólo se cuidan los detalles decorativos, sino todos los ingredientes. Los primeros los de la huerta, “estamos muy contentos de poder contar con las mejores huertas de Fisterra, las lechugas, tomates y cebollas que usamos crecen cerca de las playas como en Mar de fora e Rostro”, además, de los que ya mencionamos como las conservas. Y cómo no, lo que lo hace un bocadillo de calidad, ¡el pan! ¡buenísimo!
Yo me tomé un “petón vermello”, uno de los grandes, pero es que no me pude resistir. Pero, como véis, me quedé muy contenta.
Un local donde todo está pensado, hasta los nombres de los bocadillos siempre con referencias a la zona de donde provienen.
Nos encantan estos locales tan cuidados, con tanta personalidad, que dan un toque distinto, innovan mientras que al mismo tiempo fomentan lo nuestro, la zona, lo local.
Si os acercais, lo más importante es pararse a hablar un rato con los dueños, Etel y Palmira, gente encantadora, que te hace sentir como en casa.